El amor del Padre es tan grande que nos amó cuando estábamos huyendo de él.
El amor del Padre es tan grande que nos amó cuando estábamos huyendo de él.
Recuerdo que cuando era niño nos hacían tener miedo de alguien llamado “El Cuco”. Era un monstruo imaginario que vendría
Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste
Jesucristo compró un pueblo para sí, un pueblo que le ame y le siga sin importar las consecuencias.
En mi lectura diaria me ha tocado la porción del Salmo 119:1-88, hay algunos pensamientos que me han bendecido a la luz de varios versículos y quiero compartirlos junto con algunas ideas para orar.
Muchas veces siento que vivo somnoliento. Cuando estamos entre dormidos sabemos que no estamos durmiendo pero tampoco vivimos lucidamente la
Necesitamos reformarnos todo el tiempo, no solo en cuanto a la doctrina, sino también, en cuanto a la práctica de nuestra fe.
Los cristianos son personas que no viven para sí, sino para Jesús que se entregó por ellos.